EN ARGENTINA

 

- Un pibe trabajaba en la sección verdulería de un súper.
Llega un señor de traje y le pide media planta de lechuga.
El pibe le pide que espere un poquito que tiene que consultar al jefe.
Llegado a la oficinita del fondo donde estaba el jefe, le dice:
Jefe, ¡ahí hay un pelotudo que me pide media planta de lechuga
Estaba apenas terminando de decir esto, cuando se dio cuenta que el mismo tipo estaba detrás de él.
Entonces agrega:  ... y aquí este caballero ofrece comprar la otra mitad. -dice; señalando al mismo señor.
El jefe consintió la operación.
El chico despachó la media planta y el jefe lo llamó a la oficina de vuelta.
Me di cuenta que casi te metiste en un flor de balurdo hace un rato,
pero zafaste muy bien, pensando realmente rápido, y eso nos gusta acá.
¿De dónde sos?  De Brasil. 
Ah, sí. ¿Y porqué te viniste para acá?
No me copaba. En Brasil hay solamente putas y jugadores de fútbol.
¡Mira vos! Mi esposa es brasilera.
¡No me diga! ¿Y en qué equipo jugaba?

 

 

Había un hombre que trabajaba en al oficina de correos, cuyo trabajo era procesar las cartas que traían la dirección ilegible.
Un día, llego a sus manos una carta que traía escritura temblorosa y que  iba dirigida a Dios, pero no tenia dirección alguna.

Como esa carta no iba a ir a ningún lado, decidió abrirla para ver de qué se trataba:

'Querido Dios: Soy una viuda de 84 años, que vive de una pequeña pensión. Ayer, alguien robó mi bolsa que tenía 100 euros, era lo que me quedaba de la quincena y ahora voy a tener que esperar hasta mi próximo cheque, no sé que hacer.
El próximo domingo es Navidad y había invitado a dos amigas mías a cenar, pero sin dinero, no tendré qué ofrecerles, no tengo ni comida para mí, no tengo familia y eres todo lo que tengo, mi única esperanza.
¿Me podrías ayudar? Por Favor.
Sinceramente Maria.

Fue tal el impacto que la carta causó al empleado postal, que este decidió mostrarla a sus compañeros de trabajo, todos quedaron acongojados y hicieron una colecta... comenzaron a buscar en sus bolsillos y carteras, al final de la tarde habían hecho un cooperación de 88 euros, los cuales guardaron en un sobre y se lo mandaron a la dirección del remitente de Maria.

Esa tarde, todos los empleados que cooperaron, sintieron un rico calorcito en el ambiente y una sensación de satisfacción que tal vez no experimentaban hace mucho tiempo, al saber lo que habían hecho por Maria y sus amigas.

Llego la Navidad..….. y se fue. Algunos días después de la Navidad , llegó a la oficina de correos otra carta de María, la cual reconocieron inmediatamente por la  escritura y porque iba dirigida a Dios. La abrieron y todos con curiosidad escucharon lo que decía:

Querido Dios: Con lagrimas en mis ojos y con todo el agradecimiento de mi corazón te escribo estas líneas para decirte que hemos pasado, mis amigas y yo, una de las mejores Navidades de la vida, y todo por tu maravilloso regalo, debes saber que siempre hemos sido fieles a tu mandato y hemos seguido todos tus mandamientos, tal vez esa sea la razón de tu benevolencia con nosotras y en especial conmigo.
Gracias Dios,
por cierto, faltaban 12 euros, nada importante, seguramente se los afanaron esos hijos de puta que trabajan en correos.!!  

 

 

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